¡Tu increíble y maravilloso sistema inmunológico complejo!

Imagina una de esas muchas ciudades medievales españolas: para mantenerse saludable y prosperar, era absolutamente necesario tener varias formas de defenderse de las amenazas. Y, al igual que ese pueblo medieval, nuestro cuerpo también necesita tener un sistema para defenderse de las amenazas. Ese es nuestro sistema inmunológico, y este sistema increíblemente complejo funciona asombrosamente bien gracias a nuestra Inteligencia Innata.

Vivir de la mejor manera depende de que nuestra Inteligencia Innata coordine y organice nuestro cuerpo. Esa inteligencia ha estado aprendiendo, adaptándose y desarrollando su capacidad para hacerlo durante millones de años. Para mantenernos saludables, coordina las defensas de nuestro cuerpo contra las amenazas de varias maneras. Sin esta hermosa y compleja respuesta, ¡incluso un corte muy pequeño de una astilla de madera o el resfriado regular de la estación podrían ser fatales!

La inteligencia innata utiliza glóbulos blancos (leucocitos) en todo el cuerpo para ayudar a eliminar las toxinas y los desechos de las células. Los leucocitos son como guardias de seguridad, mientras se mueven por el cuerpo, están atentos a cosas sospechosas, como antígenos de microbios y patógenos. Una vez que suena la alarma, se activa la respuesta inmunitaria más completa de tu cuerpo.

Pero, eso no es tan simple. Puede haber tantos tipos diferentes de amenazas, que nuestra respuesta inmunológica tiene que ser enormemente adaptable; es por eso que depende de muchos tipos diferentes de leucocitos para superar diferentes amenazas, de muchas maneras diferentes.

En general, hay dos tipos diferentes de leucocitos:

1 – El primer tipo circula por el cuerpo y destruye una célula extraña, cuando se encuentra con ella, la consume. En esa celda luego suena la alarma sobre el invasor exacto que acaba de consumir.

Ahora el segundo grupo de células escucha la alarma y se pone a trabajar.

2 – Este segundo grupo se divide en dos:

Células T, que corren hacia el punto de infección, para eliminarla, y las células B (y las células T auxiliares) toman la información exacta que recibieron sobre ese invasor exacto (el antígeno) y producen anticuerpos específicos. Los anticuerpos se fabrican específicamente para ese antígeno exacto y, cuando se unen a él, lo destruyen.

Aquí hay otro paso asombroso: tu inteligencia innata hace cambios en tu cuerpo para ayudarlo a matar a los invasores. Estos son cambios específicos y deliberados que suceden por una muy buena razón. Aumenta la temperatura de tu cuerpo, hasta un punto que no les gusta a las bacterias y ni los virus. Y causa hinchazón, con un líquido que ayuda a que las células inmunitarias fluyan y eliminen el daño.

Es posible que el calentamiento y la hinchazón no te haga sentir cómodo, pero son partes importantes de nuestra curación. Por lo tanto, la próxima vez que sientas calor y te moquee la nariz, piensa en tu increíble sistema inmunológico en acción.

 Y decir:  Gracias.

¡Sin él, serías un tipo de desastre caldoso, pegajoso y caliente totalmente diferente!

Nuestro sistema inmunológico también tiene una memoria a largo plazo de lo que encontró naturalmente y cómo eliminarlo, de modo que la próxima vez que te encuentres con ese invasor, sepa cómo responder de manera rápida y efectiva. Así es como la mayoría de las personas que han estado expuestas a una enfermedad permanecen inmunes de por vida, como la varicela.

Todas estas complejas y maravillosas respuestas son parte de la increíble forma en que nuestra Inteligencia Innata está coordinando nuestros cuerpos y brindándonos salud, manteniéndonos vivos y en nuestro mejor momento, cada segundo de cada día.

¡Qué maravilloso!

¡Eres complejo e increíble!

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