Testimonio – Marta & Javier
“Sentimos que nos estamos conociendo de nuevo.”
Empezamos el cuidado quiropráctico porque los dos estábamos físicamente agotados. Dolor de cuello, tensión en la espalda, dormir mal, mucho estrés… pero lo que no esperábamos era el impacto que iba a tener también en nuestra relación.
Llevamos muchos años juntos y, como muchas parejas, estábamos en piloto automático: trabajo, casa, rutinas. Nos queríamos, pero todo nos costaba. Las discusiones eran frecuentes y por tonterías. Todo se sentía personal. Como si estuviéramos siempre al límite.
Desde que comenzamos con la quiropráctica, es como si estuviéramos soltando peso, pero no solo del cuerpo. Hay más espacio dentro. Más calma. Menos reactividad.
Ahora podemos tener una conversación sin saltar a la defensiva. Nos escuchamos más. Incluso hay momentos en los que nos miramos y nos reímos sin decir nada, como cuando empezamos.
No sabíamos que el sistema nervioso podía influir tanto en cómo nos relacionamos. Es como si ahora estuviéramos más presentes, no solo con nosotros mismos, sino también el uno con el otro.
Sentimos que nos estamos conociendo de nuevo. Y eso, después de tanto tiempo, es un regalo enorme.
Gracias por acompañarnos en este proceso.*
En la consulta, lo vemos constantemente: cuando el sistema nervioso se regula, cambia la forma en la que las personas se sienten consigo mismas… y también con los demás.
En este caso, Marta y Javier no solo han aliviado tensiones físicas, sino que han empezado a reconectar con una parte de su relación que estaba dormida.
Más presencia. Más escucha. Menos reactividad.
Eso es también cuidar desde la quiropráctica: facilitar que las personas vivan con más calma, más conexión… y más verdad.
Equipo Pura Vida Badalona
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!