“CONFIA EN TUS INTESTINOS”

 Sorprende a muchos aprender que ellos tienen un sistéma nervioso entérico. ¿Has oído hablar sobre él?
Es el sistema que controla y regula el esófago, el estómago, el intestino delgado y el colon y tiene 5 veces más neuronas que la médula espinal.

Probablemente hayas escuchado la frase “CONFIA EN TUS INTESTINOS”. Es un sabio consejo a fin de cuentas… Si alguna vez has sentido mariposas en el estómago, o una corazonada, puedes también haber oído hablar de que tu intestino es tu “segundo cerebro”.

¿Alguna vez has vomitado?
Entonces has experimentado la sabiduría de tu sistema nervioso entérico de primera mano. Puede que no te hayas sentido bien, pero la inteligencia de tu sistema nervioso reacciona a las malas comidas y produce las contracciones necesarias para obligar al alimento a volver a tu esófago. Una respuesta muy saludable, aunque no sea agradable.

El sistema nervioso entérico se cree que también desempeña un papel importante en nuestro bienestar emocional. Se conecta al cerebro, que afecta directamente los sentimientos de tristeza o el estrés, incluso influye en la memoria, el aprendizaje y la toma de decisiones.

Muchos trastornos gastrointestinales tales como el reflujo ácido, la colitis y el síndrome de intestino irritable comienzan en el cerebro en nuestro intestino!

Ahora ya lo sabes… 🙂

“MIS PIES ME ESTÁN MATANDO”

Cuando explico que el estrés emocional, físico y químico son la causa subyacente de subluxaciones, muchos se preguntan cómo las emociones pueden causar desajustes de la columna vertebral. Sin embargo, nuestro lenguaje revela algunas conexiones comunes:

“NO PUEDO SOPORTARLO”

“ES UN VERDADERO DOLOR EN EL CUELLO”

“MIS PIES ME ESTÁN MATANDO”

Nuestras emociones están vinculadas con el significado que damos a las situaciones o circunstancias.

Por ejemplo, para algunos de nosotros, simplemente el hecho de ver una serpiente produce miedo o aversión. Pero para otros, la misma serpiente es un reptil hermoso para ser acogido.
Las respuestas emocionales frente a la misma serpiente pueden ser muy variadas.

La relación es compleja, pero en pocas palabras, cuando nos estresamos, nuestro cuerpo libera una hormona de “lucha o huida” llamada cortisol, que influye en la tensión muscular de todo el cuerpo.

Cuando los músculos que sostienen la columna se tensan, se pueden desalinear los huesos de la columna, cosa que afecta a la médula espinal y las raíces nerviosas que salen de la columna vertebral adyacente. Después de todo, los huesos no se mueven a menos que actúe sobre los músculos, y los músculos no se contraen a menos que reciban la orden del sistema nervioso.

Nuestra salud emocional afecta nuestro sistema inmunológico, aumentando nuestra susceptibilidad a los resfriados y las infecciones durante o después de tiempos difíciles emocionalmente.

Por supuesto que el cuidado quiropráctico regular no eliminará el estrés, podrá ayudar a que te adaptes mejor a él!