A dormir también se aprende

Siempre han existido mitos sobre
la necesidad de dormir
como, por ejemplo, que el ser humano moriría si estuviera
más de una semana despierto
; o que tras estar varios días en vigilia hemos de recuperar
proporcionalmente nuestro sueño
.
En 1965, un
joven de 17 años, fue Randy Gardner, participó en un curioso
experimento. Él y dos compañeros más intentarían permanecer
despiertos el mayor número de horas posibles
. Ayudados por investigadores, estos les
despertaban en cuanto cerraban los ojos más allá de unos segundos. El
resultado: el Sr. Gardner permaneció 260
horas de vigilia continua.
Tras esos 11 días sin dormir ¿sabéis cuántas horas estuvo Randy
durmiendo?
La primera noche 14 horas, tras la cual volvió a sus 8 horas
normales en las siguientes noches.
Al margen de
la anécdota hemos de decir que tras unos días en vigilia se empieza a sufrir
una pérdida progresiva de atención,
concentración y motivación
, además de cierta “mala leche”.
Estos síntomas desaparecen tras una
buena cabezada
.
Estudiar
para un examen importante, liquidar trabajos pendientes, problemas personales,
insomnio… Hay varias causas que pueden llevarnos a no pegar un ojo en toda la
noche. El problema surge cuando ya son varias las noches en vela, pues las
personas necesitamos dormir tanto como necesitamos aire, agua y comida.
Pasamos un tercio de nuestra vida en brazos de Morfeo.
Unos 25 años, aproximadamente. Sin embargo, muchas veces no damos al descanso
nocturno la importancia que merece. Investigaciones recientes han demostrado
una clara relación entre la cantidad y la calidad del sueño y el estado de la
salud y la esperanza de vida. ¿Sabíais que dormir siestas regularmente, nos
hace ser más inteligentes? O ¿qué nos puede ayudar a adelgazar?
A dormir también se aprende
Son varios los factores que influyen en la calidad de
nuestro descanso. Conseguir mantener unos hábitos adecuados al acostarnos es
uno de los principales. Las rutinas antes de dormir son muy importantes, ya que
de esta manera acostumbramos al cuerpo a seguir un ciclo regular.
La primera recomendación es
acostarnos en cuanto aparezcan los primeros signos de sueño. Procuremos dormir
el número de horas que necesitas. La de mayoría nosotros descansamos entre seis
y nueve horas diarias, pero no es algo matemático, depende de las necesidades
de cada individuo. 
Durmamos en completa oscuridad (o
lo más cercano a la oscuridad total). Hasta el menor indicio de luz evitará la
secreción de melatonina, lo que impedirá o afectará su sueño. Evitemos la cafeína, la teína y
el alcohol. Aunque el alcohol provoque somnolencia, este efecto pasa
rápidamente, provocando que la persona se despierte por las noches. Además de
ello, el alcohol impide llegar a los niveles más profundos del sueño, donde el
cuerpo realmente descansa.
Debemos intentar aparcar nuestros
problemas personales antes de dormir: no dejemos que los conflictos laborales o
familiares nos quiten el sueño. Tomar un baño caliente o escuchar música
relajante como por ejemplo, las olas del mar, son actividades relajantes que
nos ayudarán a conciliar el sueño.
Otro aspecto esencial es, por
supuesto, la cama. Intentemos utilizar la cama, únicamente para dormir. Si lo
utilizamos para leer, estudiar o ver la televisión…nos desvelaremos. Tampoco
debemos pasar por alto las características técnicas de nuestro lugar de
descanso: elegir un buen somier de madera y un colchón de dureza intermedia son
los más recomendados. 
La mejor postura para dormir
Existan varias
posturas correctas para estar acostado. Las posturas ideales son aquéllas que
permitan apoyar toda la columna en la postura que adopta ésta al estar de pie.
La postura más aconsejable varía dependiendo de los hábitos de cada uno y según
haya o no molestias a algún nivel de la columna.
Dormir boca arriba
Para dormir boca arriba, apoyamos
la columna sobre el colchón con las piernas estiradas y la cabeza bien apoyada
en la almohada. La almohada debe ser cómoda y soportar bien el peso sin
hundirse ni tampoco ser demasiado dura como para obligarnos a mantener una
postura poco cómoda o perjudicial. De esta manera la columna se mantiene
estable sin soportar grandes pesos y mantiene su curvatura natural.

Para esta postura, la almohada debe ser relativamente fina, debe asegurar que
las cervicales forman con la columna
el mismo ángulo que al estar de pie. Una almohada excesivamente ancha tendería
a provocarnos que el cuello se flexionase hacia delante, mientras que dormir
sin almohada tendería a hacer que el cuello estuviese en hiperextensión.
 
Dormir de lado.
Otra postura excelente
y neutral para la columna vertebral y además quita peso sobre ella mientras
dura el descanso. El cuello no
soporta ninguna presión que le obligue a las vértebras a colocarse forma poco
natural y dolorosa. Si dormimos apoyándonos en un hombro, la almohada gruesa,
debe mantener el cuello en el eje de la columna dorsal.

Dormir boca abajo.

Dormir boca abajo no
es recomendable
porque al hacerlo modificamos la curvatura de la
columna y, para poder respirar, debemos mantener el cuello girado durante
varias horas. La postura del cuello obliga a las vértebras a girarse soportando
una tensión excesiva en las cervicales.
En resumen, dormir bien
mantiene nuestro corazón sano y por lo tanto, bajan las probabilidades de sufrir
ataques al corazón, reduce el estrés, el riesgo de padecer depresiones y la
inflamación en nuestro cuerpo. También nos ayuda a estar más alerta y activos
durante el día, mejorando nuestra memoria y aumenta la capacidad de
regeneración de nuestro cuerpo.

Como podemos mejorar nuestra salud?

La salud es el estado de
completo bienestar físico (biológico), mental (psicológico) y social, y no
solamente la ausencia de infecciones o enfermedades ligeras, fuertes o graves,
según la definición presentada por la Organización Mundial de la Salud en su constitución de 1946. También puede definirse como el nivel de eficacia funcional o metabólica
de un organismo tanto a nivel micro (celular) como a nivel macro (social). En 1992 un investigador amplió la definición de la OMS, al agregar:
“y en armonía con el medio ambiente”.
“La salud
es principalmente una medida de la capacidad de cada persona de hacer o de
convertirse en lo que quiere ser.”…  
René Dubos
Nuestra cuenta bancaria de salud
Según el informe de LaLonde, del
año 1974 realizado en Canadá, sugiere que existen cuatro determinantes generales que influyen en la
salud, a los cuales llamó, “biología
humana”, “ambiente”, “Forma de vida” y  “organización
del cuidado de la salud”. De esta manera, la salud es mantenida por la ciencia y la
práctica de medicina, pero también por
el esfuerzo propio
. Todos somos responsables de nuestra salud.
Podemos
ver nuestra salud como una cuenta bancaria con sus respectivos ingresos y
gastos. Así pues, consideraríamos un ingreso como algo que nos ayuda a tener
más salud y un gasto como cualquier cosa que nos resta bienestar. Todos sabemos
que el fitness, una dieta saludable, dejar de fumar, etc.…son pasos para
mejorar nuestra salud. Por otra parte, no debemos olvidar que nuestro estilo de
vida, que el conjunto de comportamientos o aptitudes que desarrollan las
personas, pueden ser saludables o nocivas para la salud y además podemos encontrar
que es la causa de las enfermedades.
Así pues, los ingresos y los gastos podríamos
dividirlos en 3 grandes aspectos: el físico, el químico y el emocional. El
estrés físico es el causado por caídas, lesiones y/o fracturas, accidentes y
posturas incorrectas. Entenderíamos por estrés químico la comida inadecuada, el
exceso de alcohol, los conservantes, los aditivos, etc.…¡¡Y no nos podemos
olvidar del estrés emocional!! ¿Quién no se encuentra peor tras una situación
angustiosa? O ¿tras un periodo repleto de problemas? Así pues, no debemos
entender un ingreso como el mero hecho de cuidarnos sino englobaríamos todos
aquellos aspectos que nos proporcionan un bienestar, pudiendo ser  físico o emocional. Por ejemplo,
quedar con los amigos para tomar un café podría ser un ingreso. Evidentemente,
todos deberíamos adecuar los ingresos y los gastos según el caso. 
 
¿Cómo podemos mejorar nuestra salud?
Siempre
asociamos el estrés como algo negativo en nuestras vidas. Sin embargo, el
estrés nos ayuda a activar nuestro cuerpo y nuestra mente. El problema es
cuando esta situación se alarga en el tiempo o se convierte en algo habitual.
En ocasiones, el cuerpo se queda en ese estado continuo de tensión y entonces,
esta reacción física y positiva  del
cuerpo se transforma en un estado nocivo para nosotros. Como hemos comentado en
el apartado anterior, el estrés “negativo” es una potente causa de subluxación.
Es imposible controlar nuestro entorno pero podemos seguir algunos prácticos
consejos que nos ayuden a evitar situaciones estresantes y que nos
desequilibren. Por ejemplo, levantarnos 15 min. antes por las mañanas o llegar
a los sitios con antelación harán que los contratiempos sean menos estresantes.
Relajar las obligaciones con uno mismo, saber decir que no y descolgar el
teléfono son aspectos muy importantes. Hay que ser conscientes de que uno no
posee el tiempo o la energía para todo. Cada unos de nosotros necesita cada día
tiempo para estar tranquilo, para relajarse y estar solo. 
Respirar
bien es vital para controlar y liberarnos del estrés que pueda quedarse
acumulado en nuestro cuerpo. La mayoría de las personas, cuando nos sentimos
estresadas, tendemos a respirar poco profundamente. Cuando se respira así, el
aire viciado no es expulsado de los pulmones, la oxigenación de los tejidos es
incompleta, y aumenta la tensión muscular. Debemos comprobar nuestra
respiración durante todo el día, y especialmente antes, durante y después de
situaciones de alta presión. Sería perfecto que todos aprendiéramos técnicas de
respiración. 
Visualizar
los eventos y actuaciones importantes disminuirá el estrés cuando llegue el
momento, si hemos imaginado con detalle todo lo que hemos de hacer. Anotar
pensamientos y sentimientos y escribirlos (y después tirarlos) puede ayudarnos
a clarificar cosas y darnos una perspectiva renovada de los mismos. Hacer algo
por los demás relaja y hace que nos sintamos mejor, así como mejorar nuestro
aspecto nos puede ayudar a vernos bien en un día gris. Ser flexibles, evitar
auto etiquetarnos negativamente y delegar responsabilidades son pequeños
consejos que repercutirán en un mayor relax. 
Ser positivo
ayuda a mejorar la salud. Y mantenerse en forma, hacer una vida saludable ayuda
a ser positivo. Ambos conceptos están estrechamente relacionados. Algunas
investigaciones realizadas con métodos muy rigurosos en las mejores
universidades de Estados Unidos, Japón y Australia muestran una estrecha correlación
entre longevidad y mentalidad positiva. En la antigua Grecia nada se sabía de
virus y bacterias, pero ya reconocían que la personalidad y sus características
desempeñan un rol fundamental en los orígenes de la enfermedad. Así que es un
círculo que conviene trabajar en beneficio propio. Si somos positivos  nuestra salud mejorará. 
Pero también
podemos ayudar a que nuestro cerebro piense positivamente si mejoramos nuestra
salud.
Una
nutrición equilibrada es fundamental para mantener una buena salud. Podemos
mirar en la pirámide alimentaria los alimentos para una nutrición
sana y equilibrada. Para una nutrición saludable se deben consumir pocas grasas
y lípidos, muchas frutas y verduras. Los productos de origen animal se deben
consumir de manera regular y los cereales se deben consumir de manera
constante. 
Hacer
ejercicio nos ayudará a ser otra persona. Si logramos hacer ejercicio
regularmente habremos ayudado a nuestro cerebro a pensar de forma positiva.
Muchas de las reacciones químicas que tienen lugar en el cerebro y que explican
el actuar positivamente en las personas tienen que ver con las actitudes que se
desarrollan con el ejercicio continuado y con lograr una buena forma física, un
buen riego sanguíneo, etc.… Podéis solicitarnos el folleto de “Los beneficios
del deporte”.
Las horas de
sueño son esenciales para poder cargar pilas. El sueño nos llena de energía
para poder afrontar la jornada. Pero no solo se trata de dormir bien, sino de
tener un sueño reparador. Las consecuencias de no dormir bien pueden ser muy
variadas: estrés, ansiedad, cansancio, somnolencia, poca capacidad para
concentrarse, lentitud de respuesta, falta de reflejos, etc. Siguiendo unos
sencillos consejos podéis enseñar a vuestro cuerpo a cómo dormir bien. Si
queréis más información, tenéis a vuestra disposición el folleto “Dormir bien
para vivir más y mejor”.
No hay que olvidar que la salud es
unos de los derechos humanos más preciados que tenemos.

El secreto de sentarse bien

Es
frecuente que se eche la culpa de los dolores de espalda a la cantidad de horas
que se permanece sentado. Cierto que el sedentarismo no es lo mejor para la
columna, pero a menudo el problema es cómo se está en la silla.
A cualquier
edad, las malas posturas causan fatiga, contracturas dolorosas en los hombros,
subluxaciones a nivel de las vértebras dorsales y cervicales, que pueden llegar
a causar migrañas e incluso alteraciones en la visión. Adoptar una posición
correcta resulta básico durante la infancia y la adolescencia, pues el cuerpo
se está desarrollando y hay riesgo de que se produzcan malformaciones en la
columna.
Sentarse
bien es lo mejor que se puede hacer para aumentar el bienestar.El principal
obstáculo es superar la tentación de hacerlo como nos parece más cómodo y sin
pensarlo. La posición puede resultar confortable unos minutos, pero poco
después se hace insoportable y hay que cambiarla.Si las posturas incorrectas se
prolongan mucho las consecuencias para nuestra salud pueden ser nefastas.
En los
sofás también se adoptan posturas incorrectas, sobrecargando el sacro y la
parte alta de la espalda. Esta posición produce subluxaciones  y a la larga desviaciones vertebrales.
Pero, ¿ cuál es la
postura correcta que debemos adoptar al sentarnos?. Estas son las pautas
básicas:

. La nuca debe estar relajada y estirada, recordando que
la coronilla ha de estar a la mayor altura posible.
. Los hombros tienen que estar relajados y los antebrazos
y las manos apoyados sobre la mesa.
. El tronco debe respetar el eje vertical.
. El trasero ha de estar cerca del respaldo.
. Las rodillas tienen una forma de ángulo recto.
. Las plantas de los pies se apoyarán en el suelo por
completo.
Al
principio la manera correcta de sentarse puede resultar artificiosa, pero con
la práctica se automatiza la posición y no cuesta nada sentarse bien. De todos
modos, tampoco se puede mantener la postura ideal durante mucho tiempo. Es
necesario moverse y cambiar de posición.

Un somriure

Un somriure no costa gens,
però dóna molt.
Enriqueix qui el rep,
Sense empobrir qui el regala.
Només floreix un instant, però
el seu record
de vegades dura per sempre.
Ningú no és tan ric o poderós
perquè pugui
prescindir d`un somriure, i ningú
no és
tan pobre que no pugui
fer-s’hi ric.
Un somriure proporciona
felicitat a la llar,
afavoreix el tacte en els
negocis, i es
la contrasenya de l’amistat.
Proporciona descans a d’exhaust,
estimula
el decaigut, reanima el trist
i és
el millor antídot natural per
als problemes.
Amb tot, no pot ser comprat,
captat, demanat
o robat, ja que és quelcom que
no té cap valor
fins que es regala.
Hi ha persones massa cansades
per oferir un somriure.
dóna’ls-en un dels teus, ja
que ningú no necessita
tant un somriure com aquell
que no té
res més per donar

Efectos secundarios de la aspirina

La lista de los efectos segundarios encontrada en la ficha técnica del ácido acetilsalicílico es larga y parece darse a entender que los posibles efectos adversos son de escasa importancia pero la simple mención de los mismos lo desmiente. Porque son todos estos: 

1. Según el propio prospecto.

-Angioedema (efecto adverso frecuente).
-Dificultad respiratoria (efecto adverso frecuente).
-Dolor abdominal (efecto adverso frecuente).
-Erupciones cutáneas (efecto adverso frecuente).
-Espasmo bronquial paroxístico (efecto adverso frecuente).
-Hemorragia gastrointestinal (efecto adverso frecuente).
-Hipoprotrombinemia (efecto adverso frecuente, según el prospecto, cuando se toma en dosis altas).
-Molestias gastrointestinales (efecto adverso frecuente).
-Náuseas (efecto adverso frecuente).
-Rinitis (efecto adverso frecuente).
-Síndrome de Reye (poco frecuente).
-Trastornos hepáticos (particularmente en pacientes con artritis juvenil. Poco frecuente).
-Úlcera gástrica o duodenal (efecto adverso frecuente)
-Urticaria (efecto adverso frecuente).
-Vértigos (efecto adverso frecuente).
-Vómitos (efecto adverso frecuente).

Además, el propio prospecto de Bayer advierte: “Si se observa la aparición de: Malestar o dolor gástrico, hemorragia gástrica o intestinal o deposiciones negras, trastornos de la piel, tales como erupciones o enrojecimiento, dificultad para respirar, cambio imprevisto de la cantidad o el aspecto de la orina, hinchazón de la cara, de los pies o de las piernas, deje de tomar el medicamento y consulte a su médico inmediatamente ya que pueden indicar la aparición de efectos secundarios que necesitan atención medica urgente.
2. Según la Ficha Técnica de la AGEMED. 
 
A los ya mencionados en el prospecto la Agencia Española del Medicamento (AGEMED) añade los siguientes afectos adversos:
 
-Alteraciones en el sistema nervioso central (tinnitus, pérdida de oído y vértigos)
-Cefalea (con dosis altas)
-Disnea grave
-Hepatitis
-Mareos
-Nefritis intersticial
-Sudoración excesiva (con dosis altas)
 
Además la AGEMED recomienda “precaución en ancianos, sobre todo con insuficiencia renal o que tengan niveles plasmáticos de albúmina reducidos debido al riesgo de una toxicidad elevada” y añade que “debe evitarse la administración de ácido acetilsalicílico antes o después de una extracción dental o intervención quirúrgica”, entre otras precauciones. Por ejemplo, dice textualmente la Ficha Técnica: “Este medicamento deberá administrarse bajo estrecha supervisión médica en caso de hipersensibilidad a otros antiinflamatorios/antirreumáticos, deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa, urticaria, rinitis e hipertensión arterial”.

3. Según el Nomenclator Español.
 
Por si fuera poco lo dicho hasta ahora el Nomenclator Español incluye otros efectos adversos posibles:
 
-Hepatotoxicidad (poco frecuente).
-Hiperácidez gástrica.
-Hipoglucemia (en casos excepcionales)
-Necrosis tubular aguda con fallo renal (poco frecuente)
-Trombocitopenia secundaria
 
Por otro lado, tanto el prospecto y la Ficha Técnica de AGEMED como los contenidos del Nomenclator hacen una advertencia especial a las embarazadas acerca de la peligrosidad de este fármaco para el feto. De hecho la Agencia Española de Medicamentos afirma que durante el embarazo “sólo debe tomarse tras una estricta evaluación de la relación beneficio-riesgo” ya que se sabe que el ácido acetilsalicílico atraviesa la barrera placentaria y hay estudios epidemiológicos que sugieren “un aumento del riesgo de abortos y malformaciones congénitas (incluyendo malformaciones cardiacas y gastrosquisis)”. Añadiéndose que “su administración en el tercer trimestre puede prolongar el parto y contribuir al sangrado maternal o neonatal y al cierre prematuro del ductus arterial” por lo que su uso durante el tercer trimestre de embarazo está contraindicado. Tampoco se recomienda su uso durante la lactancia porque el ácido acetilsalicílico se excreta a través de la leche materna y puede producir efectos adversos en el niño. Esta información –aunque de forma más reducida y menos explícita- puede leerse en el propio prospecto que se limita a decir: “El consumo de este medicamento durante el primer y segundo trimestre del embarazo puede ser peligroso para el embrión o el feto y debe ser vigilado por su médico. No deberá de tomar este medicamento durante el tercer trimestre de embarazo”. Y, de nuevo, el Nomenclator vuelve a ser el texto más explicito: “El uso crónico con dosis altas de salicilatos durante el tercer trimestre puede prolongar la gestación lo que podría dar lugar a daño o muerte fetal por disminución de la función placentaria y aumentar el riesgo de hemorragia antenatal materna”. A lo que añade: “El uso de salicilatos, especialmente de ácido acetilsalicílico, durante las dos
últimas semanas del embarazo puede aumentar el riesgo de parto con producto muerto o de muerte neonatal”. Y termina diciendo: “El uso de ácido acetilsalicílico sólo se acepta en caso de ausencia de alternativas terapéuticas más seguras”.

A lo dicho hay que añadir que según la propia Bayer y la AGEMED “no se debe administrar Aspirina en casos de:
 
-Antecedentes de hemorragia o perforación gástrica tras el tratamiento con ácido acetilsalicílico u otros antiinflamatorios no esteroideos.
-Asma.
-Enfermedades que cursen con trastornos de la coagulación, principalmente hemofilia o hipoprotrombinemia.
-Insuficiencia renal o hepática grave
-Molestias gástricas de repetición.
-Niños menores de 16 años ya que el uso de ácido acetilsalicílico se ha relacionado con el Síndrome de Reye, enfermedad poco frecuente pero grave.
-Úlcera gastroduodenal activa, crónica o recurrente ”.
 
Fuentes:
Revista Discovery Salud, www.dsalud.com
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios
(AGEMED) -www.agemed.es-
Nomenclador Español de Medicamentos, www.hipocrates.com
www.aspirina.com

La aspirina

El ácido acetilsalicílico –al que se conoce popularmente como Aspirina, nombre comercial que le dio Bayer, laboratorio para el que trabajaba el químico alemán Felix Hoffman que fue el primero que logró sintetizarlo artificialmente en 1897- es uno de esos fármacos sintéticos de los que la mayoría de las personas tiene una imagen positiva. Digamos que, en general, se le
considera efectivo para paliar diversas molestias – especialmente las producidas por catarros, dolores de cabeza, malestar general, inflamaciones, dolores moderados de muelas, etc.- y con la ventaja de ser prácticamente inocuo. De ahí la sorpresa de quienes se interesan por leer su prospecto hasta el final y descubren con horror la retahíla de efectos adversos, interacciones y contraindicaciones de tan popular medicamento. Por eso, para sacar de esa especie de “limbo indolente” a algunos lectores, hemos recogido–aunque de forma abreviada- la Ficha Técnica de Aspirina así como sus indicaciones, efectos secundarios, interacciones y contraindicaciones tal y como se recogen en la propia web de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AGEMED) -www.agemed.es-, entidad dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo, en el Nomenclator Español de Medicamentos (puede consultarlo en www.hipocrates.com) y en la propia web de Aspirina (www.aspirina.com). 
Así, una vez informado, podrá decidir si merece la pena exponerse a los riesgos reconocidos para obtener un beneficio innecesario ya que en condiciones normales ni el dolor, ni la inflamación ni la fiebre que la aspirina puede aliviar son negativos sino todo lo contrario: son mecanismos curativos del cuerpo. Incluido el dolor, sí, aunque a muchos les sorprenda. Porque el dolor es el mecanismo que tiene el cuerpo para avisar al cerebro de que algo va mal en algún lugar y hacer que éste ponga en marcha los mecanismos necesarios para solucionarlo. Y si esa sensación de dolor se bloquea con fármacos el cerebro puede dejar de recibir la señal del problema y dejar de trabajar sobre él.
La Ficha Técnica de este medicamento respecto a sus propiedades farmacológicas no es muy extensa pero sí permite enterarse de que “el ácido acetilsalicílico pertenece al grupo de fármacos analgésicos antipiréticos y antiinflamatorios no esteroideos (AINE)”. Su efecto analgésico se realiza periféricamente. La Aspirina produce analgesia al actuar a nivel central sobre el hipotálamo y a nivel periférico bloqueando la generación de impulsos dolorosos, mediante el bloqueo de la síntesis de prostaglandinas mediada por la inhibición de la ciclooxigenasa”. En cuanto al efecto antipirético en dicho vademécum se dice que el ácido acetilsalicílico “reduce la temperatura anormalmente elevada al actuar sobre el centro termorregulador del hipotálamo y producir vasodilatación periférica. La vasodilatación aumenta la sudoración y, por tanto, la pérdida de calor”.

Estas “propiedades farmacológicas” son las que justifican las indicaciones terapéuticas del ácido acetilsalicílico: “el alivio sintomático de los dolores ocasionales leves o moderados como dolores de cabeza, dentales, menstruales, musculares (contracturas) o de espalda (lumbalgia) y de los estados febriles”. Más concretamente, en www.aspirina.com puede leerse que este medicamento “actúa bloqueando la transmisión del estímulo doloroso en una acción
analgésica periférica. Gracias a ello Aspirina calma el dolor de intensidad leve y moderada”, actúa bloqueando el proceso que incrementa la temperatura y descendiendo la fiebre a través de la vasodilatación y la sudoración” y que “ejerce su acción antiinflamatoria disminuyendo la respuesta de las células al estímulo inflamatorio disminuyendo la sensibilización de los receptores nerviosos del dolor e inhibiendo la estimulación de las células inflamatorias y la producción de interleucina-, un potente inductor de la inflamación”. Y, en concreto, menciona que “por sus efectos antiinflamatorios el ácido acetilsalicílico es un fármaco especialmente indicado para tratar la fiebre reumática, la artritis reumatoide y la artrosis”. Además, en dicha
web se dice que las “nuevas indicaciones del ácido acetilsalicílico como antiagregante plaquetario son: prevención del IAM (infarto agudo de miocardio) tras haber padecido uno o sufrir angina de pecho y la profilaxis secundaria de Accidente Vascular Cerebral (AVC) de origen isquémico. Una indicación que sin embargo no aparece en el prospecto a pesar de lo cual algunos médicos lo recomiendan para prevenir y/o tratar dolencias cardio y cerebrovasculares como las mencionadas obviando que existen otros productos de origen natural con una acción antiagregante similar y sin sus efectos secundarios.

La otitis

La otitis media es la inflamación de los espacios del oído medio. Es una de las enfermedades más frecuentes de la infancia y una de las causas de pérdida de audición en los niños. Aproximadamente el 70% de los niños han tenido algún episodio de otitis media. La otitis media afecta a todos los grupos de edad pero es más frecuente en el período de edad comprendido entre los 0 y los 7 años. A partir de esta edad la incidencia disminuye.

A la edad de 3 años, más de dos tercios de todos los niños han tenido uno o más episodios de otitis media o de infección del oído medio. El uso de antibióticos en niños con infecciones de oído conlleva numerosos problemas, como reacciones alérgicas, trastornos gastrointestinales, destrucción de la flora intestinal (que lleva a una proliferación de hongos y a una resistencia a los antibióticos). Los tubos en el oído tienen un 98% de recurrencia en la infección al cabo de dos meses y además el 25% de los tratados con tubos sufren pérdidas
auditivas años después.

En la forma aguda de la enfermedad existe dolor de oído (otalgia), fiebre, tinnitus e irritabilidad. Con menos frecuencia se puede presentar otorrea (supuración), vértigo y más raramente parálisis facial. En la otitis media crónica con efusión, la pérdida de audición puede ser el único síntoma.

La otitis media emerge más comúnmente de un mal drenaje del sistema linfático en el cuello, o cuando un músculo – cuya función es impedir la invasión de un virus o bacteria en las trompas de Eustaquio (tubos situados entre la garganta y los oídos)- no se contrae correctamente. Si estas dos cosas pueden ocurrir en un adulto, no suelen provocar una otitis por dos razones. Primero, la forma y la distancia de los tubos de Eustaquio son diferentes en adultos (ver figura siguiente) lo que facilita el drenaje y complica la invasión de bacterias. Y luego, los adultos suelen estar de pie más a menudo que niños, lo que junto con la gravedad facilita el drenaje y reduce el riesgo de infección. 

Nuestros niños, no es que tengan otitis porque les falten antibióticos, sino porque la trompa de Eustaquio en un niño es horizontal y tiene tendencia a infectarse por falta de drenaje. En cualquier caso, la causa de una otitis media es mecánica. Puede ser:

1. una reducción o un bloqueo completo del drenaje del sistema linfático en el cuello causando una acumulación de líquido en el oído medio, o

2. una pérdida de la función normal del pequeño músculo que abre y cierra las trompas de Eustaquio en la garganta dejando pasar las bacterias o virus en el oído.

Así que en lugar de intentar matar las bacterias y virus, un enfoque más natural sería restaurar el drenaje normal de los oídos y del sistema linfático.

El tratamiento más generalizado en casos de niños con infección de oído es el tratamiento con antibióticos, los descongestionantes orales y los tubos de drenaje. La valoración de la eficacia de estos tratamientos es controvertida. En un estudio a doble ciego, 171 niños con otitis media aguda fueron divididos en cuatro grupos diferentes. A un grupo se le practicó la cirugía; al segundo grupo se le administraron antibióticos; al tercer grupo -a la vez que se le practicó cirugía -se le administraron antibióticos; el cuarto grupo no recibió ningún tipo de tratamiento. El tiempo de recuperación fue similar para todos los niños en los diferentes grupos. Otro estudio mostró que «el 88% de pacientes con otitis media grave no necesita nunca antibióticos… En aquellos que fueron tratados con antibióticos, el riesgo de reproducción de la dolencia es alto… los antibióticos no garantizan que se acorte la enfermedad.» Según E. J. Cantekin, catedrático de Otorrinolaringología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburg, «No hay pruebas para afirmar que los antibióticos sean efectivos en el tratamiento de la otitis media aguda u otitis media crónica con efusión (fluido en el oído) y hay pruebas irrefutables de que el antibiótico es perjudicial.»


Hay numerosos problemas asociados al uso de antibióticos -entre ellos reacciones alérgicas y destrucción de la flora intestinal. Todo ello conlleva una proliferación de la infección fúngica y resistencia al antibiótico. En los casos de niños, las infecciones de oído vuelven a reproducirse con más frecuencia en aquellos a los que se les administran antibióticos.

¿Son eficaces los drenajes? En estudios con seguimiento llevados a cabo en Europa, a los niños con infecciones crónicas bilaterales de oído se les aplicó un drenaje en un oído mientras que en el otro oído se hacía el control. Los resultados que se obtuvieron para los dos oídos fueron casi idénticos: los drenajes no dieron ningún resultado positivo… y lo que en realidad crearon fueron algunas complicaciones como cicatrices y perforación permanente. Los drenajes en los oídos dan un índice de infección repetido y hasta un 25% de los niños a los que se les aplicó este tratamiento sufrieron una pérdida auditiva unos años más tarde.
Algunos investigadores han descubierto que los ajustes quiroprácticos pueden ayudar a eliminar los dolores de oído más efectivamente que cualquier medicamento. En un estudio realizado durante 6 meses, 57 niños que sufrían repetidas infecciones de oído fueron divididos en dos grupos. Un grupo recibió tratamiento médico convencional y el otro grupo recibió ajustes quiroprácticos. El grupo que estuvo bajo cuidado quiropráctico tuvo menos dolores de oído que el grupo que tomaba medicamentos. Es fundamental que a un niño con infección de oído se le haga una exploración quiropráctica de la columna vertebral. Mantener la espina dorsal de su hijo sin subluxaciones vertebrales contribuirá al buen funcionamiento de las defensas naturales contra enfermedades. Con ello se evitará el uso de medicamentos y todos sus efectos secundarios. No deje de facilitarle las ventajas que aporta el cuidado quiropráctico, que es más seguro, más natural y además no requiere de ningún tipo de medicamentos. No espere a estar entre dos episodios, y como dijo la compañía de ropa deportiva: «Just do it! (Simplemente, hazlo)».

El insomnio

El insomnio es la incapacidad de dormir. Un sueño suficiente y reparador es una necesidad vital. Un adulto requiere una media de 8 horas de sueño al día, pero sólo un 35% de nosotros suele descansar así.

La gente con insomnio suele tener uno o más de los problemas siguientes:

• Dificultad para encontrar el sueño
• Despertarse demasiado temprano por las mañanas
• Despertarse frecuentemente durante la noche

El sentido común nos dice que una noche sin interrupción y reparadora contribuye a una buena salud y las estadísticas apoyan fuertemente esta sabiduría convencional. El insomnio en adultos está estimado a 14 billones de dólares cada año en los Estados Unidos. En los niños, el mismo trastorno cuesta mucho menos, por supuesto, pero investigaciones recientes sugieren que el insomnio en pacientes pediátricos contribuye a problemas de atención, hiperactividad, cambios de humor y problemas de memoria.

El insomnio puede emerger de una disrupción del ritmo circadiano del cuerpo, un reloj interno que gobierne la producción de hormonas, el sueño, la temperatura corporal y otras funciones. Si noches de insomnio ocasionales son normales, un insomnio prolongado puede interferir en las funciones diarias, la concentración y la memoria. El insomnio aumenta el riesgo de consumo de drogas/alcohol, accidentes de tráfico, dolores de cabeza y depresión. Una investigación reciente indica que el 50% de la gente sufre de problemas del sueño y que entre el 20 y el 36% de ella, está afectada desde hace más de un año. Otros estudios enseñan que
una de cada tres personas sufre de insomnio pero que solo el 20% de ellas lo comentan con su doctor.
Síntomas:

• Sentirse todavía cansado después de dormir
• Incapacidad aradormir a pesar de estar cansado
• Cansancio, irritabilidad, dificultad para concentrarse, dificultad para realizar actividades normales y cotidianas
• Ansiedad cuando llega la hora de acostarse
Causas:
 
No existe ninguna condición ya sea física o mental que provoque el insomnio primario. El estrés y la ansiedad de cada día, el café, y el alcohol son los factores agravantes más comunes. Una condición medica o psicológica tal como la depresión, puede provocar un insomnio denominado secundario pero casi el 50% de los casos de insomnio tienen una causa desconocida.

En la actualidad, es frecuente la prescripción de fármacos para el tratamiento a corto plazo del insomnio. Un ansiolítico o tranquilizante menor es un fármaco con acción depresora del sistema nervioso central, destinado a disminuir o eliminar los síntomas de insomnio y ansiedad. Los dos grandes grupos de esta clase son los barbitúricos y las benzodiazepinas. En la actualidad, los ansiolíticos que gozan de mayor reputación son las benzodiazepinas. El
Lexatin (también llamado Lexotanil en algunos países y cuyo componente activo es el Bromazepam), perteneciente a este grupo y es el ansiolítico comercial más recetado en España. Xanax y Prozac son también utilizados a menudo.


Las benzodiazepinas (BZD) se usan como hipnóticos por sus fuertes efectos sedativos y algunos se prescriben a menudo para el manejo del insomnio. Las BZD de larga duración, tal como el nitrazepam, tienen efectos colaterales que pueden persistir durante todo el día, mientras que las BZD de duración intermedia, como el temazepam, tienen menos efectos duraderos manifiestos al día siguiente de su administración. Las funciones hipnóticas de las BZD deberían ser reservadas a períodos de corta duración para tratar el insomnio puesto que pueden producir dependencia y tolerancia si se toman regularmente durante más de unas pocas semanas.
 
Los efectos secundarios más frecuentes que pueden aparecer con el uso o administración de benzodiazepinas incluyen:

• Somnolencia
• Vértigo
• Malestar estomacal
• Visión borrosa y otros cambios en la visión
• Dolor de cabeza
• Confusión
• Depresión
• Trastornos de la coordinación
• Trastornos del ritmo cardíaco
• Temblor
• Debilidad
• Amnesia
• Efecto resaca (tambaleos)
• Sueños inusuales o pesadillas
• Dolor de pecho
• Ictericia
• Reacciones parajódicas
 
En algunos pacientes, las benzodiazepinas pueden causar excitación paradójica incluso con aumento de la irritabilidad y tendencia a la hostilidad. Estas reacciones ocurren de manera secundaria a la desinhibición de tendencias conductuales usualmente limitadas por restricciones sociales, como suele ocurrir también con el uso del alcohol. Este tipo de reacción es más frecuente en niños, pero también se da entre ancianos y pacientes con trastornos del desarrollo.
 
Se han percibido cambios en la conducta como resultado de la administración de BZD, incluyendo manía, esquizofrenia, enojo, impulsividad e hipomanía. La agresión y arranques violentos pueden darse también con el consumo de BZD, en particular si se combinan con el licor. Aquellos que abusan de estas drogas y los pacientes con terapias de altas dosis, pueden tener un mayor riesgo de reacciones paradójicas a las BZD.

En una carta a la British Medical Journal, se informó de que una alta proporción de padres referidos por amenazas o acciones de abuso y maltrato infantil, habían estado consumiendo drogas, a menudo combinaciones de benzodiazepinas con antidepresivos tricíclicos. Varias madres describieron que en vez de sentirse con menos ansiedad o depresión, se volvieron hostiles y abiertamente agresivas en contra de sus niños y otros familiares durante el uso de tranquilizantes. El autor de la carta advirtió que ciertos ataques o estrés ambiental o social, tales como la dificultad de lidiar con el llanto de un bebé, combinado con el efecto de los tranquilizantes, podía precipitar la aparición de eventos de abuso infantil.

El sistema nervioso está dividido en dos partes, freno y acelerador (que son las divisiones simpáticas y parasimpáticas del sistema nervioso autónomo). El acelerador está más activo cuando estamos despiertos y necesitamos hacer cosas; el freno se activa con la digestión, el relax, y el descanso. Cuando éste tiene interferencias se producen subluxaciones, la digestión o el descanso no se hacen correctamente. El no poder dormir indica disfunción en la habilidad del cuerpo para adaptarse entre estos dos estados.

Mediante ajustes vertebrales, la Quiropráctica ayuda a equilibrar “el freno y el acelerador” para que cuando llegue la noche la persona pueda dormir bien. El insomnio es un problema que se ve junto con algunas enfermedades como la fibromialgia y clínicamente con los ajustes
Quiroprácticos, el insomnio es un síntoma en el cual las personas experimentan rápida mejoría. Al dormir bien otra vez, el cuerpo repara tejido y se recupera y por eso empieza a mejorar muy rápido. El poder descansar es clave para que el paciente mejore de casi todo.

Partos naturales

A pesar del considerable debate y estudios realizados a lo largo de los años, el concepto de “normalidad” en el parto y en el nacimiento no está estandarizado ni universalizado. En las últimas décadas se ha observado una rápida expansión en el desarrollo y uso de un abanico de prácticas ideadas para iniciar, aumentar, acelerar, regular o monitorizar el proceso fisiológico del parto, con el propósito de mejorar el desenlace para las madres y sus hijos, y, en ocasiones, para racionalizar los protocolos de trabajo en el parto institucionalizado. En los países desarrollados, en donde estas prácticas se han convertido en habituales, se está empezando a cuestionar el valor de estos grados tan altos de intervencionismo. Al mismo tiempo, los países en desarrollo están intentando que toda mujer tenga acceso a un parto seguro. La adopción, sin crítica previa, de toda una serie de intervenciones inútiles, inoportunas, inapropiadas y/o innecesarias, además, con frecuencia, pobremente evaluadas, constituye un riesgo que corren muchos de los que tratan de mejorar los servicios de maternidad.

El fenómeno mundial de la creciente emigración a la ciudad, está haciendo que muchas más mujeres estén dando a luz en unidades obstétricas, tengan partos normales o complicados. Existe una tentación de tratar todos los partos rutinariamente con el mismo alto grado de intervencionismo tanto si son complicados como si no lo son. Esto, desafortunadamente, tiene una serie de efectos negativos, algunos de ellos con serias implicaciones, pues las mujeres y sus hijos pueden resultar dañados por prácticas innecesarias.

Parto Normal: Comienzo espontáneo, bajo riesgo al comienzo del parto manteniéndose como tal hasta el alumbramiento. El niño nace espontáneamente en posición cefálica entre las semanas 37 a 42 completas. Después de dar a luz, tanto la madre como el niño se encuentran en buenas condiciones. Generalmente entre un 70 a 80 % de todas las gestantes se pueden considerar como de “bajo riesgo” al comienzo del parto. Esta pregunta ha sido estudiada con amplitud en las últimas dos décadas. Mientras que en muchos países desarrollados el parto pasó de ser un proceso natural a un procedimiento controlado, el lugar para dar a luz cambió del hogar al hospital. Al mismo tiempo mucho del denominado “toque humano” fue relegado. El dolor fue aliviado con fármacos y a las mujeres se les dejaba solas por un gran período de tiempo; se las controlaba desde lejos. Algunos hospitales han realizado un esfuerzo al instalar habitaciones que se asemejen a un ambiente hogareño y esto se tradujo en un incremento de la satisfacción de las mujeres y de un descenso en el deseo por su parte de buscar nuevas ubicaciones para dar a luz en futuros embarazos, pero estudios realizados al azar no demostraron ningún cambio respecto a la demanda de epidurales, partos instrumentales o cesáreas.

El parto domiciliario es una práctica que está desigualmente distribuido a lo largo del mundo. Desde 1930, con la institucionalización del nacimiento, la opción del parto domiciliario en la mayoría de los países desarrollados desapareció. El sistema de atención obstétrica en Holanda, donde todavía más del 30 % de las mujeres dan a luz en casa, es excepcional en los
países industrializados.

La quiropractica y la fertilidad

El ciclo menstrual femenino es una serie de acontecimientos durante los cuales un óvulo maduro sale del ovario hacia el interior del aparato reproductor cada 28-32 días.

En el aparato reproductor se produce una serie de cambios destinados a preparar la fertilización. Las variaciones hormonales que se observan durante el ciclo son las responsables de estos cambios, así como del posible embarazo. Algunas de las partes del cuerpo que intervienen en el ciclo menstrual son el cerebro, la glándula pituitaria, el útero y cuello uterino, los ovarios, las trompas de Falopio, y la vagina. Unos químicos del cuerpo llamados hormonas suben y bajan de nivel durante el mes, y causan el ciclo menstrual. Los ovarios generan dos hormonas femeninas importantes: el estrógeno y la progesterona. Otras hormonas que intervienen en el ciclo menstrual son la hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH), generadas por la glándula pituitaria.

La menstruación es parte del ciclo menstrual, que ayuda al cuerpo de la mujer a prepararse todos los meses para un eventual embarazo. El ciclo comienza el primer día del período. El ciclo menstrual promedio dura 28 días, sin embargo, un ciclo puede durar de 23 a 35 días. Durante la primera mitad del ciclo menstrual, los niveles de estrógeno crecen y hacen que el
recubrimiento del útero crezca y se ensanche. Como resultado de la hormona foliculoestimulante, un óvulo empieza a madurar en uno de los ovarios. Alrededor del día 14 de un ciclo típico de 28 días, un aumento en la hormona luteinizante hace que el óvulo abandone el ovario. A esto se le llama ovulación.

Durante la segunda mitad del ciclo menstrual, el óvulo comienza a desplazarse a través de la trompa de Falopio hacia el útero. Aumentan los niveles de progesterona, lo que ayuda a preparar el recubrimiento del útero para el embarazo. Si un espermatozoide fertiliza al óvulo, y éste se adhiere a la pared del útero, la mujer queda embarazada. Si el óvulo no es fertilizado, se disuelve o es absorbido por el cuerpo. Si no se produce el embarazo, los niveles de estrógeno y progesterona decrecen, y el recubrimiento ensanchado del útero es liberado durante el período menstrual.

Anatómica y Fisiológicamente se puede considerar el sistema reproductor femenino constituido por tres elementos básicos. El Hipotálamo, la Hipófisis y los ovarios. La interrelación dinámica existente entre estos tres órganos posibilita la característica periodicidad del ciclo sexual femenino normal. Las modificaciones morfológicas y endocrinas que acontecen en cada ciclo femenino constituyen así la consecuencia natural de la capacidad reproductora de la especie. 


El hipotálamo es una glándula que forma parte del cerebro, y se sitúa por debajo del tálamo. Libera al menos nueve hormonas que actúan como inhibidoras o estimulantes en la secreción de otras hormonas en la hipófisis anterior, por lo que se puede decir que trabaja en conjunto con este. Una de las funciones más importantes del hipotálamo es la de hacer el vínculo entre el sistema nervioso y el sistema endocrinólogo a través de la hipófisis. Suele considerarse el centro integrador del sistema nervioso vegetativo o autónomo, dentro del sistema nervioso central. También se encarga de realizar funciones de integración somato-vegetativa. Regula la homeostasis del organismo en conjunto con la hipófisis, por medio de un sistema de retroalimentación negativo (temperatura corporal, hambre, sed, cansancio, ira y ciclo menstrual).

Cualquier anomalía que altere el normal funcionamiento entre el hipotálamo, la hipófisis y los ovarios, es decir, entre elsistema nervioso y el sistema endocrinólogo, determinará una alteración en la secreción hormonal y paralelamente un trastorno en la fertilidad.
 
Podemos dividir las anomalias del ciclo menstrual entre: 

Síndrome Pre-Menstrual:
Trastorno caracterizado por nerviosismo, inestabilidad emocional, ansiedad, depresión y posibles cefaleas, edemas y mastalgias. Ocurre durante los 7-10 días previos a la menstruación y desaparecen habitualmente unas pocas horas después del inicio del flujo menstrual.

Amenorrea:
La amenorrea primaria, es el fallo del inicio de la menstruación, acompañado de un crecimiento insuficiente y ausencia de caracteres sexuales secundarios, o también puede ser una pubertad tardía. La amenorrea secundaria se produce cuando las mujeres con períodos menstruales normales dejan de menstruar durante 6 meses o más. La causa de las pérdidas de menstruación cíclica puede ser un trastorno del hipotálamo, de la hipófisis, de los ovarios, y de otras glándulas. 
Menorragia:
La menorragia es un sangrado menstrual excesivo o prolongado producido por una descamación endometrial anormal.

Dismenorrea:
La dismenorrea es un sangrado menstrual muy doloroso producido por exceso de contracciones uterinas.
La Quiropráctica cuida el sistema nervioso. El doctor en Quiropráctica detecta y corrige las interferencias nerviosas o subluxaciones a fin de reconectar el cerebro con el resto del cuerpo, permitiendo así el buen funcionamiento de cada órgano. Hemos visto más arriba que el ciclo menstrual de la mujer está directamente relacionado con el sistema nervioso – ya que el autor principal del ciclo, “el hipotálamos”, es un órgano del sistema nervioso. Una interferencia en el sistema nervioso impide el hipotálamos mandar su información al sistema endocrinólogo, las hormonas no pueden ser secretadas y veremos la aparición de un trastorno en el ciclo sexual femenino.

Sin embargo, la Quiropráctica no cura a nadie de nada. Pero ha comprobado varias veces que el restablecimiento de una función neural óptima a través de ajustes quiroprácticos específicos contribuye a la mejora de la homeostasis y de la adaptación fisiológica permitiendo al cuerpo expresar un nivel de Salud más alto. La Quiropráctica ayuda a reducir los dolores durante la regla.
45 mujeres que sufrían severas molestias menstruales participaron en un estudio el cual incluía un grupo experimental, otro placebo (de control). Los resultados indicaron una mejoría significante en el grupo ajustado comparado con el grupo placebo, y donde las mujeres dijeron haber eliminado el dolor y las molestias causadas por la dismenorrea primaria.
Otro estudio consistía en 15 mujeres de 22 a 65 años.11 de ellas nunca habían tenido un hijo, 2 habían tenido un embarazo sin ayuda medical, una había tenido un embarazo con ayuda medical y una había tenido un aborto. En este mismo grupo, 9 mujeres habían seguido un tratamiento para la fertilidad, y 4 estaban todavía bajo tratamiento cuando empezaron el cuidado quiropráctico. Cada paciente presentaba interferencias nerviosas pero el cuidado quiropráctico era diferente para cada mujer ya que la técnica utilizada y el doctor en quiropráctica eran diferentes para cada paciente. Sin embargo, TODOS trabajaron sobre el sistema nervioso quitando las subluxaciones vertebrales. Los resultados del estudio enseñaron que aunque muchas de estas mujeres habían intentado quedarse embarazadas desde mucho tiempo, TODAS lo lograron entre 2 y 20 meses después de empezar con el cuidado quiropráctico.